Roque, Enrique, Jose y Edilma al ver la reacción, el sudor pasmado, el aliento estacionario y la gélida mirada de cada uno, habían comprendido que ése sueño, ésa zozobra donde borbotaba un solo color y resaltaba un solo apellido, no era solo una molesta pesadilla, sino una realidad creciente y amenazante que todos com...
¶...El viento fresco que danza libre sobre los prados cenagosos se adentra con los primeros trazos coloridos de un atardecer que pintarrajea de belleza los colores ocres que tanto se repiten en la finca; habíamos almorzado tarde y abundante, pero los antojos de la noche ya empezaban a vislumbrarse...¶ Cuatro cuentos d...
