UN VESTIDO Y UNA FLOR
en esta ocasión era real y más vivido que nunca porque el peso de la frente de Marta sobre la suya le hacían palpar su presencia, su mirada sosteniéndola mientras le ofrecía el mundo que era ella y su respiración marcando las pulsaciones de su pecho del amor que le provocaban dando voces del amor que se tenían... ento...