Almas Entrelazadas
La mujer de negro se coloca frente a mi, su caminar elegante y esa mirada que demuestra misterio, algo en ella me atrae, me llama. Sus ojos me inspeccionan, dejándome en un delirio, con una sonrisa para nada agradable susurra - Las reglas están para romperse, ¿no es cierto? Y tú... tú pareces dispuesta a jugar un jue...