Pequeñas almas. | Hamilton / KidsAU.
-¡Yo no pedí ésto! -Exclamó Alexander, con un frágil tono en su voz que delataba por completo sus ganas de llorar. Se había hecho ganador de otro encuentro con los abusadores de su salón, y al parecer desde la primera burla, Alexander se convirtió en su juguete favorito. Poco o nada le importaba que se metie...