To cries of hope.
Mi prima me ha insistido toda su vida para que fuera a visitarla a su país por lo que accedí alegremente. Pero nunca pensé que eso traería otras consecuencias a mi vida: encontrarme un gato en mi habitación y conocer a su dueño: Daniel, algo muy parecido al príncipe azul de los cuentos de hadas que mi madre me contaba...