Esto no es una historia normal. No hay tristeza, felicidad, risas, llantos como tal. Aquí hay más que esto. A veces la vida es tan seria que las personas están acostumbrado a ver, leer todo aquello que se asemeje a lo que está estipulado en el mundo, en este caso es diferente, la historia está basada en ver la vida...
Lea Lowell era todo lo contrario a las otras chicas del Instituto. Aunque ella esté en sus gloriosos dieciséis, sea raro o no, nunca usó zapatos altos en su vida, nunca había experimentado con el maquillaje y mucho menos con grandes cantidades de alcohol u otras sustancias de las típicas fiestas del Instituto e inclus...
La vida de Dominic Armstrong siempre había sido un tormento. Durante su infancia y adolescencia tuvo muy mala relación con su padre, presenciaba la violencia con frecuencia a causa de su alcoholismo. Regresaba a casa ebrio y lleno de ira, comenzaba a golpear a su esposa sin razón alguna. Dominic intentaba apartarlo y...
Marc Collins. Ese soy yo, el típico chico malo, que tiene a todas loquitas. He de admitirlo soy un cabron y un mujeriego. Tenía todo y nada a la vez, y ahí es cuando alguien entra en tu vida y te das cuenta que las cosas, que mas felices te hacen no se pueden comprar o conseguir tan fácilmente, como creías. Va a ser c...
Heather Foster es lo que se conoce como una niña de papá. Su expediente está impoluto, sus notas no podrían ser mejores, tiene una vida en la que no le falta de nada y su padre es el sheriff del pueblo. ¿Qué pasará cuando se entere de que un delincuente se tiene que quedar en su casa por orden judicial?
Ella: Una anti-social gotica que no demuestra sus sentimientos hacia nadie El: Un chico nuevo que apenas llegó se convirtió en popular El: Un gótico que es exactamente igual a ella Puede que creas que esta historia es el tipico cliché, pero te aseguro que es mucho mas que eso.
Asentí con la cabeza, consiente de que tal vez no vería mi gesto, y como una nena pequeña que asustada corre a resguardarse dentro de las cobijas, me adentré en la cama. Podía sentir un cálido y electrizante calor irradiando de Alexander, quien se encontraba a un lado mío, provocando que mi corazón se acelerara a una...
-Ni sueñes con que pasará el estúpido y típico cliché. -¡Pues me alegro! -¿Ah sí? A mí me parece que ya estás loquita por mí. -¡Loquitas tus neuronas! Tú eres el que sueña con el cliché. Bien que te mueres de ganas de que me enamore de ti. -Si quisiera, ya estarías adorándome. Pero ¿Sabes algo? No me provoca en lo más...