El Alma del Demonio: Ojos Carmesí (Ciel Phantomhive y tú) ¡Parada!
No era sólo su profunda mirada, ni la forma en la que sonreía cada vez que me miraba. Era todo él quien me hacía sentir aquello. Y ni si quiera en la sombra pude negar que ese sentimiento estaba presente, pues era tan fuerte que me abrumaba.