¡Quiero enamorarme!
Querido pequeño genio, lo que vas a leer a partir de ahora es mi diario personal. No hace falta que vayas a mi casa y me lo devuelvas, porque lo he dejado en la calle para que lo puedas leer. Una vez hayas leído mi diario déjalo en algún banco donde se sienten las viejecitas a darle de comer a las palomas. Mejor no. Q...