Algo malvado y oscuro
Los susurros de las criaturas de la Noche, los hijos de la Luna, eran incesantes. Todos sabían que, o quién, vendría; eran impacientes de escuchar sus palabras o simplemente mirar la Luna reflejada en sus ojos oscuros. Una puerta, distante, se abrió. Rápidamente en la sala cayó un silencio sepulcral que nadie se atrev...