Perfectos Extraños
Le miré, y en sus ojos pude ver lo que jamás había visto en ninguno de mis clientes. No hay lujuria, no hay deseo... No sabe nada de mi, no se nada de él. Simplemente paga bien y me pide que le haga pagar por todos sus pecados. ¿Puede existir el amor entre dos perfectos extraños? Y así fue como come...