Huye
Me llamo Cristina. Aunque si no me llamas Tina me plantearé seriamente si lanzarte un zapato a la cabeza. Vivo en una sociedad que ni siquiera se merece el privilegio de ser llamada así. Estamos vigilados. Todos somos controlados y todo está prohibido. Creía que tendría que lidiar con ello hasta el día de mi muerte (...