Mejor que la ficción.
Charlie Prescott tiene diecisiete años y una capacidad de redacción maravillosa; escribe en anonimato para el periódico escolar bajo el seudónimo de «Ghost Writer», dulces relatos románticos, graciosos, a veces reflexivos y hasta dramáticos, que nadie creería que los ha escrito él. Es adorado por las señoritas: por e...