Los Psiquiátricos También Pueden Ser Rosas.
"Hazlo, hazlo, Leo, enciende la cerilla y deja que su cuerpo arda, ¡Venga, hazlo! ¡HAZLO LEO, TODOS QUEREMOS LO MISMO, ÉL SE RIÓ DE TI, VAMOS!" Pasé la cerilla por el lateral de la caja y arrojé esta al hombre que suplicaba empapado de gasolina que no lo matase, que se iba a casar. Él ardió, sus gritos me liberaro...