Epitafio del enamorado.
-Te odio. -Me amas, estúpida. -Cuando me pediste la oportunidad, me la pensé -aventó sin previo aviso-. Pero ya no estaba dispuesta a quererte. - ¡Admite que logre que me quisieras! -grité seguido por un eructo. -Lo admito, te quiero, como alguien que alguna vez amé. -asintió - ¿No te duele ni un poquito hacerme mier...