Aaron
-Aléjate de mí -dijo. Su tono era firme, como si lo que acababa de pasar no hubiera pasado. Como si él no me hubiese empujado contra los casilleros minutos antes exigiendo respuestas a preguntas que no comprendía y, como si después, no hubiera hecho ese lindo gesto de secar mis lágrimas... lágrimas que él mismo había...