Su otra mujer
Charlotte Harris no puede evitar amar a su perfecto novio, ¿Y quién la culpa? Si después de todo él es romántico, atento, guapísimo, divertido y todo lo que una mujer puede desear de su príncipe azul. Pero todos sabemos que el hombre perfecto no existe... y Charlotte lo tiene muy claro ya que Alan no sólo tiene ojos...