Aprendiendo a amar de nuevo
"¿No te cansas? Ya hasta tengo pesadillas con tu rostro" "Lo tomaré como un cumplido" "No lo es" El silencio reino en la habitación hasta que ella soltó una pequeña risa fría. "¿Porque sigues aquí Hemmings?" "Hice una promesa. Ayudarte" Otra risa salió de su garganta y llenó la habitación. "Bueno, algunas promesas so...