Nada nunca cambia.
Erase una vez, en un lugar muy lejano, un pueblo que desconocía el amor y el odio. Lo único que sentían era indiferencia. Así era como la aldea prosperaba, todo se basaba en acuerdos y contratos, que todos tenían la obligación de cumplir. Pero la monótona vida en la ciudad, esta por verse afectada gracias a la llegada...