El Precio De Lo Prohibido
El amor toca nuestra puerta, y somos nosotros quienes decidimos si dejarlo pasar o no. Para Isabella, no había opción. Debía compartir día y noche con esos ojos color miel que le aterraban y a la vez encantaban. ¿Hasta qué punto la tentación es puro "delirio y locura adolescente?
Madura