En manos de un demonio
Su turno de trabajo ya acabaría, lo sé, siempre la miro dejar su lugar en este momento del día, cuando el sol se comienza a esconder para darle paso a una noche oscura, y cómo ya era costumbre, yo me levantaría de mi asiento unos minutos después solo para ver como ella entra al elevador y desaparece tras el cierre de...