No me llames princesa
Yo solía vivir en una ciudad pequeña, pero luego a mi padre le ofrecieron trabajo en una muy grande y aceptó. Era una buena chica, en todos los sentidos hasta que las circunstancias me obligaron a ser todo lo contrario. Vestía de rosado y ahora solo conozco el color negro. Quería ser la mejor bailarina de ballet del m...