Entre líneas rojas ©
¿Cuál era la probabilidad? Las veces que lo miré, cuando por primera vez visitó nuestra casa. Ojos fríos como el hielo, azules tan claros que parecían grises. Lo odie. Odie su maldita sonrisa. Odie sus ojos juguetones y sobre todo, odie cada palabra que dijo. Mi pecho ardió cuando lo escuché prometerle a mi hermano q...