Hace tiempo que me abandonó el poder de controlar mi cuerpo, mis movimientos. Ahora todo está artificialmente relleno, es decir, esencialmente vacío. Nada ni nadie pueden cambiar lo que pasó, y debo resignarme a aceptar el futuro que de serie me viene implantado. Un futuro dependiente; lleno de retos que ahí estarán...
Como cada noche desde hace cinco años, Xulia rememora el día en el que todo cambió. El día en el que la ilusión se transformó en odio, el cariño en desprecio, los destellos en tinieblas, la dulzura de aquella mirada que la había enamorado en una profunda sombra que la sumía en la más absoluta desesperación. Aquel día...