Siempre
Somos nada dentro del universo, una pequeña fracción que no se nota ni aquí ni en mil mares... Yo lo adoraba y para mi lo fue todo. Yo lo llamé recuerdo y él me llamó olvido. Tan insignificante fue la lucha dentro de mil tropiezos con múltiples caídas, tan esporádico su amor que juraba cada día. Tan humanos tan reales...