Me llamo Samantha (o Sam, Sammie, Samuchi... como prefieras) Tengo 16 años. Me gusta hacerles dibujos a todo el mundo y casi siempre resultan exitosos. Digo casi siempre porque hay alguien (si se merece ser tratado como una persona) que consigue estropearme algunas de mis expectaculares obras. Ese engendro del diablo...
La vida de Charlie se ve descontrolada. Todo un desastre. Todo un huracán que no tiene sentido y que se representa en sus cuadros. Pintar es lo que ama, es su pasión. Pero, ¿ha llegado algo que es capaz de amar más que a sus cuadros? Todo comenzó ese espléndido día en el parque. En aquél banco... Ese día en que llegó...