Vivir en una mentira
Pasan los segundos, cambian continuamente para convertirse en minutos, en los que éstos pronto se desvanecen en horas, hasta caer en días como la arena disolviéndose en la inmensidad del agua, presentes por unos instantes, pero rápidamente olvidados por los años. Sencillamente, avanza imparable en su monotonía y en al...