Garden
Corrían por mis ojos, o al menos eso quería, pero no. Nada. Ni una sola lagrima se dignaba a hacer acto de presencia en mis ojos negros. Ya nada podía sorprenderme de Beatris. Aquella mujer a la que segundos antes llamaba madre había perdido un poco mas de cordura. De lo tenue e insignificante que se volvía en su ahor...