Odio el sabor de extrañarte
Odio de ti cuando te vuelves ausencia, odio de ti cuando tus besos se esfuman como el rocío del cielo mañanero, odio que no sea sempiterno el cruce de tus pestañeos, odio la sombra de tu cuerpo que se fuga de mis brazos al marcharte, odio que la piel carmesí de tus labios se disfrace de olvido y el pulso de tus enreda...