Una chica gorda en busca del amor
Gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda, gorda. Es el mantra que mis compañeros se encargan de recordarme a diario, pero si soy completamente honesta, no me importa en lo absoluto, ¿por qué? Porque la comida es mi parte favorita del día, no tengo cuerpo de model...