POEMAS
No es el escritor quien le da sentido a las palabras, es el lector quien le hace un lugar en su vida y es ahí donde estas cobran sentido.
No es el escritor quien le da sentido a las palabras, es el lector quien le hace un lugar en su vida y es ahí donde estas cobran sentido.
A ellas no las aman. Sus almas están frías. Perdidas en un laberinto sin salida. Puedes ver sus cuerpos, la manera en la que visten, pero nada de eso te revelará realmente quiénes son. Sin embargo, si te tomas un segundo y analizas sus miradas, podrás notar que cada una de ellas está rota. Sus voces son tan cálida...
Graham quiere morir, pero su vecina Irina no puede permitirlo. Graham le pide que encuentre una razón para no suicidarse pero Irina le da ciento un razones para vivir.