Peccata minuta
Si crees que tus pecados quedan sellados en tu corazón, estás equivocado. Más aún si de verdad crees que eres el único el cuál los carga. Mi pecaminoso estado ya no me adormece el corazón. Es como si me hubiera salvado de caer al vergel. Con su obre índigo y el semejante en tono chocolate, me hizo ver que ninguna mir...