Fugaz como el verano
La alegre Anya nunca imaginó que al aceptar ese empleo en la mansión Coleman estaba dando inicio al verano que cambiaría toda su vida; y la peor parte era que aunque no les gustara para lo cual fue contratada, no había vuelta atrás, necesitaba el dinero y no podía darse el lujo de dejarlo sin más. Definitivamente ib...