Cóctel de media naranja
Entre licores y amorío, el individuo forja su destino. Un cítrico necesita entonces ser formado; pero, para eso dos mitades deben ser compactadas. El hilo rojo del destino se tiñe entonces de naranja y con elegancia, estrangulador, amarra a quienes comparten cócteles en un bar. La introducción de una persona a la vida...