Su dulce debilidad ©
Reece Wood no era un chico bueno pero tampoco era cruel. No bebía en exceso pero ello no significaba que no le gustara el alcohol. No fumaba en demasía y tampoco suponía que no le gustara la nicotina. No vivía de mujeres pero, por supuesto, no implicaba que no le gustaran ni un poco. Porque la verdad era que le encant...