Tú, mi diamante
La economía pobre de Rajar y el oro de Karabis provocó que dos poderosos reinos se unieran en un pacto que los beneficiaría a ambos con una boda entre los príncipes Haruka y Gou. Kazuma Nanase prometió semillas, frutas frescas y un vino que embriagaría al paladar con su dulzura. Toraichi Matsuoka concedió permisos fir...