Persiguiendo la popularidad
Priscila tenía la vida ganada, o al menos hasta que terminara la preparatoria. Físico envidiable, calificaciones perfectas y por novio al chico más deseado por todas sus compañeras. Camila, por otro lado, era la chica buena de la historia. Nunca salía a fiestas, conducta impecable, amable con todos, o al menos eso era...