Barcelona, 1975
Era diciembre de 1975 cuando Raoul se dio cuenta de que nada había cambiado. Seguía haciendo frío en Barcelona y la humedad le calaba hasta los huesos. España seguía siendo gris, un sinsentido de calles que no iban a ninguna parte. Quizás el aire fuese más denso o puede que escuchase más murmullos en la calle, como s...