Perdida en la Gran Ciudad
El ruido, las luces, las personas, nada se compara con la tranquilidad de mi pueblo, pero me dedo acostumbrar, allá no tengo nada que buscar más que dolor y desgracia. La enigmática muerte de mis padres me ha hecho salir de allí e ir en busca de mi único familiar vivo, del cual sólo tengo una vieja y arrugada carta.