Esa no es mi zapatilla
El príncipe Henry buscaba a la chica que le robó el corazón en un baile midiendo una zapatilla de cristal a cada mujer del reino. Pero, como seguro le faltaba la mitad del cerebro, Henry convirtió en su prometida a la primera chica que le quedó la dichosa zapatilla. Y ésa chica fui yo. Emily Kassel, la única hija de u...