MAKTUB
Al despertar, lo primero que vi en el espejo fue un rostro ajeno... aunque sabía que era mío. Mi mente luchaba por procesarlo: estaba viva, pero en otro cuerpo. ¿Cómo era posible? Yo debería estar muerta. La confusión pronto dio paso al horror cuando descubrí mi nuevo nombre: Sara Harts. Podría haber sido cualquier ot...