Un mate gay
- No puede ser.- Mi voz salió entrecortada y un vapor blanco salió de mi boca al decirlas por el maldito frío. - Mierda...- Marcos estaba igual que paralizado que yo, seguíamos en mi habitación bajo la luz de la luna con la ventana abierta mirándonos fijamente con incredulidad. - Somos... tu y yo, ósea, yo y tu somos...