Dulce Venganza
Yo le entregué mi corazón y él me hizo sufrir como nadie nunca lo había hecho. Yo solamente era la apuesta, ¡La maldita apuesta! "-Tú solamente fuiste una apuesta-dijo él, mirándome divertido y con algo de asco. -Juro que te voy a hacer sufrir como tú lo hiciste conmigo-le digo con rabia. -¿Hacerme sufrir tú?-rió-míra...