A MITAD DEL BOSQUE
Helenna Llevaba corriendo tanto tiempo, que no me percate de que mis pies sangraban, pues me había cortado con el filo de las piedras que había pisado, pero no podía detenerme, no debía detenerme, hacerlo sería firmar mi propia condena de muerte, si seguir adelante significaba que podía salvarlo, no dudaría en seguir...