SERENDIPIA PARTE III: KATHELEEN
A veces el amor germina de formas misteriosas. Cuando la conocí, era una nómada incorregible que arrastraba consigo como único equipaje sus penas y pesares; algunos de ellos, con nombre propio. En mi bagaje emocional no había espacio para nada más, o al menos eso creía. Mis sentimientos por ella me golpearon con la fu...