Jugando con la ley
Mi hermano murió. Desde ese día me dediqué a sobrevivir a una vida teñida de gris. Uno de esos fríos días, a altas horas de la madrugada, fui detenida por un policía y gracias a ello, por unos instantes recordé lo que era el orgullo. Como si la vida quisiese jugar conmigo, volvió a colocarlo en mi camino y comencé a d...