Los niños de la lluvia
En un principio, existía el gran dragón cósmico. En su seno, en las profundidades infinitas de su basto reino, dos elementos opuestos; el agua y el fuego, se engendraban mutuamente sin cesar, pero el Ladrón de almas, "el gran separador", celoso de la apacible fuerza del dragón, lo desafío y con una terrible estocada...