Mejor que el cobre
Mumyeong nunca se consideró débil ante el celo de un omega, no era nada nuevo, ni se dejaba impresionar por algo a lo que él estaba ya demasiado acostumbrado. Sin embargo, observar a ese hermoso pelirrojo que se masturbaba, sin darse su presencia y alejado de todos... Hizo que una interesante idea cruzara por su mente...