A las once menos cuarto.
Pasé de ser el objeto de deseo a ser la diana; el saco de boxeo que todos podían usar cuando les apetecía romper cosas, porque, para ellos, siempre fui una cosa. Más bonita o más detestable, pero una cosa.
Pasé de ser el objeto de deseo a ser la diana; el saco de boxeo que todos podían usar cuando les apetecía romper cosas, porque, para ellos, siempre fui una cosa. Más bonita o más detestable, pero una cosa.