Hasta los demonios tiemblan
Wei Ying había vivido una larga vida teniendo sólo dos satisfacciones: su violín y su hermana. Así que cuando las cosas empezaron a ir mal, no es de extrañar que se desmoronara. Eso habría estado bien, ya no necesitaba mantener la calma. Bueno, eso fue lo que pensó hasta que la ayuda llegó desde un rincón poco probabl...