ARGAMASA ; timothée chalamet
La luz del mundo, eso era él. La persona que le había dado sentido a mi vida, aunque al final hubiese sido mi condena. Nuestra condena. Hubiese rechazado cientos de palacios, coronas y títulos por verle tallar aunque fuese simplemente una de las angelicales esculturas de su preciada catedral. Y odiaba estar en medi...